Es inevitable quitarse un Festival de Música de encima. Pasan los días y este se va pegando cada vez más al cuerpo. En la mente se repite una y otra vez las imágenes de esa banda que tanto amamos tocando esa canción que hemos cantado borrachos, despechados o simplemente alucinados.
A una semana de lo que fue la décima versión del Festival Estéreo Picnic, es normal revisar nuevamente la galería del celular y emocionarse con una imagen o un vídeo que nos recuerda una de esas presentaciones inolvidables que Underworld, Sam Smith, Foals, Niche y compañía nos dejaron en la retina.
Por Andrés Quintero
Fotos por Brandon Pinto
Y es que la música en vivo es otra cosa, las expectativas con las que uno como fan asiste son gigantescas. Se guarda la ilusión de ver un jam de último momento, que haya pirotecnia, que los artistas hagan simbiosis con su público en un coro atronador o en últimas, que corran por el escenario emocionados.
Desafortunadamente, a veces los artistas que más expectativa generan, nos dejan con la sensación de haber visto un holograma en el escenario, sin emoción, sin alma. No es nada personal Kings of Leon del 2015.
Pero de malos shows no vinimos a hablar acá, vinimos a recordar las mejores postales que nos dejó la más reciente versión del que de lejos es el mejor Festival del país:
Niches por un día: aunque en esencia el Estéreo Picnic está relacionado con sonidos como el Rock, la Electrónica o el Hip Hop, este año una de las mayores expectativas la generó la presentación la Orquesta de Jairo Varela. El sábado todos hablaban de Niche, todos esperaban bailar al son de Niche y todo fue felicidad cuando salió Niche. Hasta los británicos de Underworld compartieron en sus redes imágenes de esta gran presentación.
Underworld, el invitado de última hora: A un mes del Festival, The prodigy era el Head Liner del segundo día del Festival. Desafortunadamente Keith Flint el cantante e ícono de la agrupación, fue encontrado sin vida en su residencia. En tiempo record la organización encontró a Underworld, un invitado que para muchos era el único capaz de superar en historia y simbolismo a The Prodigy. Su presentación en el frío de Briceño, fue más que increíble, con sonidos que nos recordaron los Noventa y un Karl Hyde que contagió a todos con su baile.
Pirotecnia y actitud en escena: Para muchos lo que hizo Twenty One Pilots en el Festival es lo que se espera de las grandes bandas, que aparte de música haya un performance, una acción que emocione y haga poner la piel de gallina. Precisamente esto fue lo que hizo la agrupación proveniente de Ohio, emocionar e involucrar a todos los asistentes en su espectáculo. Para muchos también, el mejor show del Festival.
Rockear como monos: Tal vez la banda más esperada del Festival era los Arctic Monkeys, y la aglomeración que los esperaba a una hora antes de su presentación lo demostraba. Es más, muchos decidieron sacrificar la presentación de otro monstruo como Foals, por estar lo más cerca posible de Turner y sus muchachos. Por supuesto, los monos no decepcionaron y un público entregado coreo la mayoría de sus canciones.
La felicidad de Sam: Pocos artistas se vieron tan felices en el escenario como el londinense Sam Smith, quien a medida que pasaba el show iba creciendo en teatralidad y comunión con el público, el cual nunca dejo de cantar y corear sus canciones. En lo personal, uno de los mejores shows de los tres días. Muchos nos quedamos esperando un hipotético jam junto a Disclosure.
FOALS: Otro de los puntos altos en emoción fue la presentación de Foals, con pogo incluido, lo que es raro en un Festival con pocos dispuestos a estrujarse un ratico. Y es que la banda originaria de la ciudad universitaria de Oxford, desde su apertura con la canción Mountain at my gates venía desbordada en energía . El punto negativo fue que el público fue abandonando a la banda a medida que se acercaba el show de los Monkeys en otro de los escenarios.
Desde Aranjuez: Los Alcolirycos con su género rural estuvieron por encima del fuerte aguacero que cayó el viernes en la noche. Hasta los mismos artistas se vieron sorprendidos de la acogida que tuvieron entre el público que esa noche llenó el principal escenario del Festival para cantar a coro «De dónde sale tanta Neeeeea».
Rockstar en crecimiento: Desde Oklahoma llegó una chica que puso a suspirar a más de uno. Precedida por sus increíbles presentaciones en la versión argentina y chilena del Lollapalooza, la estadounidense más conocida como St. Vincent llegó a Bogotá para demostrar porque se viene hablando tanto de ella como nuevo símbolo del rock y de la movida Queer en el mundo.
Pónmela en el aire: La última postal que dejamos por aquí acerca del Estéreo Picnic, fue la que nos dejo el rapero venezolano Apache. Un show que mezcló distintas canciones de su carrera, incluyendo algunas con el ya fallecido Canserbero, quien lo acompañó desde el más allá con canciones como Pónmela en el aire y Stop. Al final el rapero no se aguanto y se bajó del escenario para saltar y cantar con un público emocionado que coreaba todas sus canciones.
Una mención especial para la organización, que apostó por un nuevo lugar y demostró que fue una buena decisión, sobre todo a nivel logístico para celebrar como se debía los 10 años de este Festival que se ha convertido en un símbolo de los bogotanos.
Siempre habrá quien se queje por algo, quien no ha organizado nunca un evento, no sabe lo que es la adrenalina».
Por Andrés Quintero
Fotos por Brandon Pinto
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