Jun / 15 / 20

FOTOGRAFÍA

Pandemia en la Bogotá Marginada

Salir a la calle es sinónimo de posible contagio. Posible contagio podría equivaler a una posible muerte. Nadie quiere salir, pero a muchos, a la mayoría le toca.

Ahí tiene su hp casa pintada

Por María Rodríguez
Todas las fotos autoría de Luis Carlos Ayala

¿Qué pasa con los habitantes de calle, las trabajadoras sexuales, los cachivacheros, los que viven del diario, los desalojados y los “atenidos” cuando el Gobierno anuncia que la cuarentena se va a extender más?

Ver estas alocuciones en pijama y frente a un televisor, es un privilegio.

La reportería gráfica que quedó en las calles evidenció que una gran parte del país vive del rebusque. Mientras la alcaldesa aseguraba a mediados de marzo que todas las familias en Bogotá tendrían “techo y comida durante la cuarentena”, Luis Carlos Ayala encontró otro panorama en la ciudad.

Los protagonistas de las fotos de Ayala muestran la realidad desbordada de la ciudad que los bogotanos tan fácilmente sienten ajena. Por ejemplo, el 28 de marzo de 2020, día en que se extendió por primera vez la cuarentena obligatoria, los habitantes del barrio San Bernardo le cuentan a Luis Carlos que allí “no llega ningún Estado”.

Coronavirus en Bogotá

Después, el 13 de mayo de 2020, los desalojos en el sur de Bogotá continúan, una persona en Altos de la Estancia, Ciudad Bolívar, prefiere quemar su casa y sus cosas antes que la policía o el ESMAD lo saquen a la fuerza.

Hablamos con Luis Carlos Ayala sobre la situación actual y lo que ha visto y sentido en las calles de la capital.

¿Cuál es el papel de la fotografía independiente en una ciudad como Bogotá en la mitad de una pandemia?
Me es difícil asignar un rol a tantos independientes que somos. Creo que es más nuestra responsabilidad social, comunicar, mostrar esas imágenes que nadie quiere ver y ayudar, sobre todo, tratar de ayudar.

¿Cómo ha cambiado la ciudad desde que empezó la cuarentena el 20 de marzo?
Pues hay menos contaminación, menos ruido, etc. Pero hay más abusos de autoridad, según lo que he podido ver. He visto mucha solidaridad, y definitivamente las dinámicas sociales se transformaron, eso no quiere decir que como sociedad lo hagamos, vamos a seguir igual, creo.

¿Cómo ha decidido a qué lugar ir a fotografiar durante la pandemia?
Creo que hay niveles, no hay una tragedia menor que otra, pero sí hay algunas más profundas. Trato de ir a la mayoría de lugares, desde que esté a mi alcance.

¿Cómo no atentar contra la dignidad humana (caer en la porno-miseria) cuando se fotografía la pandemia?
La realidad hay que mostrarla, por más dura que sea, pero hay formas de tratarla. Así como muchos han preferido una exploración personal en el encierro bajo altos niveles estéticos, éstas situaciones merecen también un alto trabajo estético y ético al momento de contar esa realidad.

Siempre apunto a generar una reflexión y entender al otro, más no la lástima o cosas así.

Sus publicaciones van acompañadas de la historia de los que personajes de la foto, ¿cómo generar confianza para que le cuenten sus historias de vida o lo dejen entrar a fotografiar sus espacios privados?
Llegar a ese punto de intimidad no es fácil, es un proceso que varía según la persona. Muchas veces le cuentan a uno algo, que ya con el tiempo confiesan es mentira, cosas así, pero creo que lo importante es tiempo y empatía.

¿Qué busca que los colombianos vean en su fotografía?
Me ha sorprendido la reacción de la gente con mis fotos. no esperaba tuviesen la recepción que han logrado tener. ¿Qué quiero que vean los colombianos en mis fotos? Eso que no quieren ver, eso a lo que tanto le dan la espalda, que vean la humanidad más allá de la comodidad o el dinero.

¿Fotografiar aspectos y momentos de la ciudad de Bogotá lo ha hecho cambiar su visión de la ciudad o del país?
Han cambiado muchas cosas, aunque sean repetitivas y cíclicas las imágenes y lugares. Pero sobre todo lo que más ha cambiado es la percepción sobre la gente, uno creería que quieren un cambio estructural, para bien de todos, pero el egoísmo e individualismo es muy grande.

Para los chicos y chicas más jóvenes que lo ven en Instagram y quieren seguir sus pasos y tomar fotos de la realidad colombiana, sobretodo de sus calles, ¿dónde es un buen lugar para empezar a fotografiar? ¿Cómo enfrentarse a la calle?
En Colombia nunca habrá un «buen» lugar para empezar, en todo lado hay riesgos. Yo solo les puedo decir que anden mosca, hay muchos ojos encima de uno, y uno ni se da cuenta.

Si le dieran a escoger un político para mandarle sus fotos e historias ¿a quién se las mandaría?
A todos. Todos en diferentes grados son indiferentes, solo hablan y poco ayudan.

Por María Rodríguez  

Posts Relacionados

Arte Urbano y Graffiti, Fotografía
post
Feb / 21 / 24

Antonio Merino y su trilogía Latinoaméricana

En memoria de Antonio Merino publicamos este diálogo que sostuvimos sobre Arte Urbano y Graffiti, sus proyectos editoriales en Latinoamérica y de cómo…

Fotografía
post
Jun / 15 / 23

Victoria Holguín: el hilo necesario entre la foto y la historia

La fotógrafa colombiana hace un ejercicio consciente de escuchar la historia para luego fotografiar a las personas. Se niega a fotografiar sin contexto,…