Por Alexander Urzola
Desconocer el valor cultural de las Palenqueras, es desconocer la propia historia de Cartagena de Indias. Fundamentales en la época de la colonia para alcanzar la libertad, en ellas se encuentra el saber de la crianza, el conocimiento de la vida, así como de la música, alimentación y medicinas ancestrales.
En sus cabellos, han trazado el camino de la fuga para librarse de la muerte. Son todavía un pilar fuerte en la construcción de la cultura caribe.
El 22 de marzo del presente año, un grupo de policías haciendo uso del abuso de autoridad que ahora les permite la ley, decomisó el material de trabajo de una Palenquera en el Centro Histórico de la ciudad de Cartagena, alegando invasión del espacio público, acto seguido, realizó un comparendo.
Cobijados bajo el nuevo código de policía, los uniformados procedieron en retirar las frutas que llevaba en su palangana, ante la mirada atónita de locales y turistas.
Angelina Cassiani Cañate lleva aproximadamente más de 20 años vendiendo frutas junto a sus paisanas en el Parque de Bolívar, donde alega que jamás ha invadido el espacio público de la ciudad, ya que ha sido un trabajo que ha realizado durante toda su vida, y que naturalmente, esta acción ha sido un despropósito por parte de la Policía.
Cuatro días después, viendo la magnitud del abuso que fue hecho con Angelina, vendedores ambulantes, artistas y Palenqueras, organizaron una marcha por el Centro Histórico de la ciudad para sentar un precedente ante las autoridades y así demostrar de forma pacífica su derecho al trabajo, además de evidenciar el abuso de autoridad por parte de los agentes que incautaron el material de trabajo.
Este ha sido el registro fotográfico que he realizado, para que quede documentado la acción valiente, una vez más, de estas mujeres que han trabajado fuerte toda la vida.
En la marcha percibimos los gritos de lucha de aquellas mujeres que llevan sobre sus cabezas el sustento económico.
Sus bailes y vestidos tradiciones alegraron la marcha que transcurría por la Avenida Venezuela, Torre del Reloj y Plaza de la Aduana, donde terminaron reunidas, exigiendo la presencia del Alcalde Mayor de la ciudad.
Por Alexander Urzola
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