Jul / 13 / 21

FOTOGRAFÍA

El premio de fotografía de las plazas de mercado

Diego Riaño fue uno de los ganadores del premio de fotografía «Las Plazas de Mercado del centro de Bogotá» en 2021. Esta es la historia detrás de su serie de fotos «Dormidos en los laureles».

Por: Mar Rodríguez

Cuando las hierbas tocan el piso de la plaza del Samper Mendoza, el olor se multiplica para llenar la bodega donde la madrugada es señal de que toca empezar a trabajar. En la plaza se venden casi únicamente, hierbas. Hierbas para que lo amen más, para que lo fastidien menos, para los dolores de cuerpo y para atraer bienestar y dinero.

El Samper Mendoza tomó prestado su nombre del barrio que lo rodea en la localidad de los Mártires. El vecindario es un lugar que ha ido cogiendo forma desde la década de 1920. Pasó de ser habitado por familias numerosas que vivían en casas de estilo republicano de colores pasteles, a convertirse en bodegas o empresas que le hacen camino de honor al olor de las yerbas.

El laurel fue el olor que le quedó pegado en la piel y en el lente de su cámara al fotógrafo, Diego Riaño. Esas hojas verdes que son el enemigo número uno de las hormigas y moscas, y son ambientador en las casas capitalinas, son también protagonistas cuando entre las 10 de la noche y dos de la mañana, llega un momento de calma en el Samper Mendoza.

Premio de fotografía

Antes de saber que calma era lo que buscaba Riaño en sus fotos y no solo en las hierbas, a las ocho de la noche recién llegado a la Plaza, todo era caos y movimiento. Intentó con el esoterismo, pero le parecía imprudente entrar a fotografiar estos temas si no conocía a los vendedores.

Luego intentó esperar a las personas que llegan todos los días con las hojas de tamal a las dos de la mañana. La espera era de cuatro horas.

Mientras le daba tiempo a las hierbas para que cubriera de olor el espacio y a los cargadores de hojas de tamal para que llegaran, el sueño se apoderó del Samper Mendoza. Las 10 de la noche se vuelve el momento perfecto para que los coteros y vendedores que vienen de todo Colombia descansen para prepararse a la madrugada, el momento más intenso de la plaza.

Igual que como sucedía hace 200.000 años en la edad de piedra, cuando las personas hacían camas de hierbas para tener un lugar cómodo y libre de plagas para descansar, los trabajadores del Samper Mendoza se empezaron a acostar en las hojas del laurel, «el propósito no atañe a quienes con estoicismo se mantienen despiertos, se trata de aquellos que se rinden doblegados por el cansancio, dormidos entre los laureles no por descuido, sino como recompensa por traerle de vuelta la identidad a la ciudad desde la tierra húmeda del campo«, escribió Riaño en un texto que acompaña la serie.

Arropados entre cobijas y ruanas, los protagonistas de las fotos invitan al sueño profundo. Parecen ser camas cómodas, probadas y usadas con regularidad para invadir el sueño con hierbas en vez de molestias.

Plazas de mercado

Luego, casi de manera unísona y sin despertador, los dormidos en los laureles se reactivan para seguir trabajando y «transmitiendo sus conocimientos ancestrales heredados por la palabra generacional en un intercambio sencillo de manojos por pesos», cuenta Riaño.

Más por curiosidad que por encontrar nuevas escenas para fotografiar, Riaño se quedó deambulando la plaza hasta las cuatro de la mañana. Se encontró con los coches que van a vender té de hierbas al barrio Santa Fé como final de las noches densas. Logró ver a las criaturas capitalinas extrañas que van a las tres de la mañana a comprar hierbas para sanar todo mal y cubrirse de todo peligro. Estuvo con los vendedores que le apuestan al esoterismo como respuesta a la vida.

A las 4:30 de la la mañana, Diego entraba a su casa dejando un rastro de laurel que indicaba que había estado en los pasillos del Samper Mendoza. Su cama, no de laurel, sino de materiales derivados del petróleo, lo invitaba a un sueño profundo después de la jornada fotográfica. Mientras tanto, los trabajadores de la Plaza cogen rumbo a Cundinamarca, a Boyacá y hasta al Cauca, para reabastecerse de hierbas y volver, una vez más, a construir una nueva cama de laurel.

Plazas de mercado

El instagram de Diego y sus fotografías rolas por acá.

 

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